Faro: Viajes y turismo
Cabo Sardão
El clima, paisaje y cultura del Algarve lo hacen diferente del resto de Portugal y, en las últimas décadas, se ha convertido en un centro vacacional favorito tanto de los turistas internacionales como de los propios portugueses.
Los resultados son obvios: la región todavía mantiene un clima privilegiado, playas delicadas y el mar templado, pero la costa ha sido invadida por lugares de veraneo, con hoteles, restaurantes y muchedumbres que poco respetan las costumbres todavía sobrevivientes del Algarve.
Sin embargo, para quien disfrute de los sitios cosmopolitas, el distrito ofrece diversas opciones: sol prácticamente durante todo el año, playas de arena blanca y una variedad enorme de recursos turísticos y entretenimientos, desde los deportes acuáticos y el golf a discotecas sofisticadas y casinos.
Por otra parte, también se pueden visitar destinos menos frecuentados por el turismo, como el mercado en el pueblo pesquero de
Olhão, las cuevas y aguas transparentes de
Lagos, las todavía incólumes playas y pueblo de
Aljezur, con un castillo moro del siglo X, o la aislada península de
Sagres, con vista al Océano Atlántico y rodeada de playas casi desconocidas.
El Algarve está rodeado de cerros por el norte, y allí esperan otras sorpresas: el pequeño y pintoresco pueblo de
Alte, por ejemplo, con sus vistas sobre las colinas circundantes, o el pueblo de
Alcoutim, con su castillo del siglo XIV e idílicos paisajes.
No importa lo que se vaya a hacer en el Algarve, siempre se puede escoger entre las playas abrasadas por el sol o paisajes de montaña más salvajes. El aeropuerto internacional se encuentra en
Faro, la capital del distrito.