Braga: Viajes y turismo

Conocida en tiempos romanos como Bracara Augusta y asiento de los arzobispos de Portugal en el siglo XII, la larga historia de Braga es visible en sus monumentos e iglesias, y todavía es, quizás, el principal centro religioso del país; su espléndida catedral muestra varios estilos, del románico al barroco.

Asimismo, Braga se enorgullece de casas delicadas, especialmente del siglo XVIII, y jardines agradables, mientras que sus alrededores han conocido un gran desarrollo urbano en las últimas décadas, por lo que la ciudad conserva su atmósfera solemne y muchas de sus tradiciones, pero también su comercio y estilo de vida son activos y modernos.

Las procesiones de la Semana Santa y Pascua de Resurrección, y la popular fiesta de San Juan, en junio, con ferias y bailes, son dignas de asistencia.

Sobre una cuesta arbolada, cerca de Braga, queda un espléndido santuario: el Buen Jesús del Monte, con una inmensa escalera de granito, rodeada de paredes blancas, fuentes y estatuas representativas de figuras bíblicas y simbólicas, que lleva a una iglesia en la cúspide, de donde se obtienen vistas magníficas.

En medio de una región con bastante densidad de población, Braga queda entre altas colinas y grandes valles fecundos, con extensos cultivos de árboles frutales, verduras, viñas y maíz.

La comida regional es a menudo deliciosa, particularmente las recetas dulces, como el pudim do abade de Priscos, un budín sazonado con porto, especias y limón.